Entrenamiento con inteligencia artificial para formar operadores ecocardiográficos
Otro artículo que traerá discusión a la mesa fue publicado hace 48 horas (el 18 de febrero de 2021) en el Journal of American Medicine Association. En este ensayo experimental se incluyeron 240 pacientes que fueron sometidos a ecocardiografía a manos de 8 enfermeras, sin experiencia previa como operadores ecocardiográficos. Cada una debió tomar 10 imágenes en cada caso, guiándose únicamente por un software especialmente diseñado con este fin, y al final las imágenes fueron evaluadas por 5 expertos ecocardiografistas por separado.
Los resultados del estudio fueron altamente satisfactorios, obteniéndose al menos un 92% de efectividad en cada uno de los parámetros evaluados en el end-point primario.
Los bemoles del estudio son:
- Únicamente evaluaron cuatro parámetros ecocardiográficos: el tamaño del ventrículo izquierdo, su función sistólica, el tamaño del ventrículo derecho y la presencia o no de derrame pericárdico.
- Los parámetros del end-point secundario (donde no hubo diferencia entre los operadores entrenados por el software, y un grupo de sonografistas que no se guiaron por el software) fueron: tamaño de la aurícula izquierda, evaluación estructural de la válvula aórtica, mitral y tricuspídea, y la evaluación cualitativa de la vena cava inferior.
- Ninguno de los 240 pacientes provenían de un área de atención crítica (emergencia o unidad de cuidados intensivos).
- No se utilizaron técnicas de Doppler pulsado, ni continuo, ni Doppler color.
En conclusión, a pesar de que el título del trabajo sea bastante llamativo, las limitaciones hacen que este estudio tenga poca repercusión en el futuro inmediato. El problema persiste y es que la formación de un ecocardiografista es un proceso tan extenso que la mayoría de los sistemas educativos y los sistemas de salud no tienen forma de socavarlo.
Al mismo tiempo, el ecocardiograma es uno de los exámenes cardiológicos de mayor repercusión en muchos escenarios clínicos con alto impacto sobre el pronóstico del paciente. En la sección Exámenes de este sitio web pueden observar que incluimos el ecocardiograma transtorácico dentro de los estudios cardiológicos de gran uso en nuestra consulta.
En nuestro país, Venezuela, un ecocardiografista de primer nivel idealmente lleva la siguiente formación: seis años de la carrera médica, un año de rural, tres años de postgrado Medicina Interna, tres años de postgrado de Cardiología, 1 año de Fellow de Ecocardiografía.
La pandemia por COVID-19, entre tantas otras carencias, ha desnudado el déficit de personal capacitado para ecocardiografía y ecosonografía pulmonar, ya que este medio resultó ser uno de los pilares fundamentales para el diagnóstico y el seguimiento de los casos con afectación moderada y severa.
El enlace directo al artículo del JAMA pueden encontrarlo aquí.